La Reconquista

La conquista de la Península, mal llamada Reconquista siglos después, es la etapa de la historia que comprende los años 718 y 1492, caracterizada por la coexistencia de reinos gobernados por cristianos y por musulmanes.

El término «Reconquista» esta considerado como parcial por algunos, que proponen el alternativo de «conquista cristiana» debido a lo largo de este periodo y a la existencia de un asentamiento estable musulmán en el sur.

En cualquier caso, las conquistas de Pelayo y Alfonso I si que pueden ser consideradas reconquistas al no darse la condicion de asentamientos musulmanes.

Hay una discusión sobre el asunto en la pestaña a tal efecto.

Historia política

En 711 se produjo en la Península Ibérica la primera invasión de los musulmanes procedentes de África del Norte. Entraron por Gibraltar (que precisamente debe su nombre actual a Tarik, general que desembarcó) y el propio Rey Rodrigo (Don Rodrigo), último de los reyes visigodos, fue a combatir, perdiendo la vida en la Batalla de Guadalete.

En el 713 cayó Toledo y en el 714 Zaragoza. Tarik fue llamado a Damasco, entonces capital del califato, para informar y nunca mas volvió. Su lugar lo ocupó el gobernador Abdal-Aziz, comenzando el emirato independiente. A partir de este momento comenzaron una política de tratados con los nobles visigodos que les permitió controlar el resto de la península. En el 716 Abdal-Aziz fue asesinado en Sevilla y comenzó una crisis tal que en los siguientes cuarenta años se sucedieron veinte gobernadores. En este año 716 los árabes comenzaron a dirigir sus fuerzas hacia los Pirineos, para tratar de entrar en el reino carolingio.

En el año 718 un noble llamado Pelayo se sublevó. Fracasó y fue hecho prisionero y enviado a Córdoba (Los escritos usan la palabra Córdoba, pero esto no implica que fuera la capital, ya que los árabes llamaban Córdoba a todo el califato). Sin embargo consiguió escapar y organizó una segunda revuelta en los montes de Asturias, que empezó con la batalla de Covadonga del 722. Esta batalla se considera el comienzo de la reconquista y del primer reino cristiano, que fue el reino de Asturias.

El Reino de Asturias tuvo varias escisiones. La primera a la muerte del rey Alfonso III el Magno, que repartió sus dominios entre tres de sus cinco hijos, García, Ordoño y Fruela. Estos dominios incluían, además de Asturias, el condado de León, el de Castilla, el de Galicia, la marca de Álava y la de Portugal (que entonces era sólo la frontera sur de Galicia). García se quedó los tres primeros fundando el Reino de León. Ordoño se quedo Galicia y Portugal, y Fruela se quedo Asturias.

Dibujo de batalla del libro de Cántigas de Alfonso X el SabioDebido a la resistencia carolingia (el caudillo franco Carlos Martel había rechazado la invasión musulmana de Aquitania), otros dos focos cristianos aparecieron en la Península: El reino de Pamplona y el reino de Aragón.

El Reino de Pamplona, posteriormente llamado Reino de Navarra, tuvo como origen la propia familia gobernante, que había pactado con los musulmanes (y hasta se habían convertido al Islam), y luego se rebeló contra ellos.

El Reino de Aragón comenzó como la Marca Hispánica (aquí «marca» quiere decir frontera). Fue una zona de contención militar que pusieron los carolingios en los Pirineos. Con el tiempo se independizó y se expandió hacia el sur y el Mediterráneo, dando lugar al reino de Valencia.

Al avanzar la reconquista Castilla se independizó de León, Portugal de Galicia y Aragón se expandió hacia el sur. Posteriormente Castilla absorbería a Asturias, a León, a Galicia y parte del Reino de Navarra. Aragón absorbió al condado de Barcelona y al Reino de Valencia.

Al final de la Edad Media, la península estaba repartida en cuatro reinos cristianos (Castilla, Aragón, Navarra y Portugal) y el reino musulmán de Granada, gobernada por Mohamed o Boabdil.

Enrique IV de Castilla buscaba una alianza con Portugal. Para obtenerla había casado a su hija Juana la Beltraneja con Alfonso V de Portugal. Sin embargo, su hermana Isabel de Castilla, que aspiraba a la corona al considerar a su sobrina ilegitima, se casó en secreto con Fernando II de Aragón, y a la muerte de Enrique reclamó el trono castellano. Tras una guerra de sucesión entre Isabel, apoyada por Aragón, y Juana, ayudada por Portugal, Isabel quedó en el trono.

La alianza Castellano-Aragonesa tomó Granada (1492) y posteriormente Navarra, en 1512, quedando ésta anexionada a la Corona de Aragón al principio, y a la de Castilla en 1515. Tras ésto, la península Iberica quedó repartida en tres reinos: Aragón, Castilla y Portugal.

Religión y cultura

En los territorios dominados por los musulmanes continuaban existiendo comunidades cristianas (con religión, idioma y leyes propias). La tolerancia se perdió a medida que avanzaba la conquista de la península (la conquista de los territorios que antes pertenecían al dominio de los visigodos por los estados cristianos del norte, en parte herederos de los visigodos) y con la llegada de los almorávides y almohades del Norte de África.

También en los territorios que habían vuelto a pasar bajo el dominio de los reyes cristianos seguían viviendo musulmanes. Así se producía un intercambio cultural importante entre musulmanes y cristianos. Junto con estas dos culturas coexistía la judía. Sabían, además del hebreo, el árabe y el castellano por lo cual tenían un papel importante en la traducción de textos a los diversos idiomas (junto con traductores cristianos en la Escuela de Traductores de Toledo). Gracias a la traducción al latín, los textos árabes tendrían difusión en otros países europeos.

Los Reyes Católicos acabaron la Reconquista de España a principios de 1492 ese mismo año expulsaron al rey Boabdil, de la dinastía Nazarí, al acaecer la toma de Granada. La tolerancia religiosa que había habido hasta entonces dejó de serlo con la expulsión de los judíos en 1492. Acabó del todo un siglo después, con la expulsión de los moriscos, homogeneizando así toda la península en materia de religión.

Sin embargo todavía hoy en día quedan en España recuerdos de aquella época: unas 4000 palabras de origen árabe, monumentos de la época (castillos como La Alhambra, mezquitas como la de Córdoba) y elementos artísticos (ornamentos, mosaicos) en iglesias cristianas.

Fue una larga lucha que realizaron los reinos hispanos cristianos contra la invasión de los musulmanes. Los moros entraron en la Península Ibérica en 711 y avanzaron rápidamente hacia su interior. Los cristianos perdían una batalla tras otra. Al fin, se refugiaron en las montañas del Norte de España, a lo largo del río Ebro. Allí lograron estabilizar el frente que recibió el nombre de «la marca (frontera) española».

La Reconquista no fue una guerra constante, sino que hubo épocas de paz. Pero los intentos de recuperarlas tierras perdidas eran muchísimas. En estas luchas no sólo fue importante el aspecto político, sino también el religioso: los cristianos luchaban contra un pueblo que tenía otra religión.

En el período de la Reconquista se formaron diferentes reinos cristianos. En ocasiones, algunos de estos reinos estuvieron unidos bajo un solo rey, otras veces, al morir el rey, se dividían entre sus hijos. Siempre hubo mucha competencia entre los reinos. Hasta el siglo XIII en España prácticamente no existía ninguna unidad política. Por eso la Reconquista iba muy lentamente.

Se sucedieron varias invasiones de las dinastías árabes del Norte de África. Primero, eran los Almorávides, luego los Almohades. Por regla, eran muy poderosos y lograban grandes victorias tras unificar los reinos musulmanes. Pero los mismos musulmanes a menudo luchaban entre sí. En aquellos momentos los cristianos emprendían nuevos intentos de reconquista.

Gracias a grandes guerreros, tales como Fernando III el Santo, Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid), Jaime I el Conquistador, los españoles alcanzaron unos triunfos esporádicos. Sin embargo, no tuvieron el éxito esperado. Después de los cinco primeros siglos de la Reconquista se hizo evidente que para vencer a los árabes, los españoles tenían que juntar sus fuerzas.

Eso sucedió cuando se unieron dos grandes dominios cristianos, el occidental y el oriental. Sus reyes, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, por motivos puramente políticos, decidieron casarse y así se formó una alianza que podía enfrentar a los moros. Por sus grandes éxitos fueron llamados los Reyes Católicos. De hecho, fueron ellos los que formaron la imagen de la España actual.

Entonces en la Península sólo quedaban cinco reinos: el de Castilla, el de Aragón, el de Navarra (reino vasco), el de Portugal y el de Granada (reino moro). La reconquista de Granada fue muy larga, pues duró once años, pero en 1492 la reconquistaron definitivamente. Boabdil, el rey de Granada, lloró al abandonarla, porque era el mejor tesoro y la última esperanza de los musulmanes.

Durante ese tiempo se conquistaron también las islas Canarias, y, en 1512, muerta ya Isabel, Fernando consiguió la incorporación pacífica de Navarra. Se había logrado la unidad de España.

Sería un error grave considerar que los árabes han traído a España sólo guerra y destrucción. Durante la invasión árabe España se enriqueció muchísimo con su florida cultura y arquitectura. A pesar de las guerras, los dos culturas convivieron pacíficamente mezclándose y alimentando una a otra. Así España sirvió de un puente para que las matemáticas, la filosofía y el arte árabe penetraran en Europa.

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