El Norte y el Sur

El Norte y el Sur

Sin duda la España del Norte tiene poco que ver con la del Sur. Las ciudades, la arquitectura, los hábitos de comida e inc'uso la forma de ser, todo es distinto. En gran parte eso se debe a la influencia de los árabes. Como se sabe, el sur de España estuvo en poder de los moros más de siete siglos, mientras que el norte permanecía independiente. Y cuando los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, reconquistaron Andalucía, llevaron su idioma, el castellano, que llegó a ser el idioma oficial del Estado español. Desde entonces las otras lenguas de la península poco a poco dejaron de usarse, y es por eso que sólo una parte de los vascos y de los gallegos hablan su idioma. Recordad que las autonomías del norte, que son Galicia, Asturias, Cantabria, El País Vasco, Aragón y Cataluña, se sienten muy orgullosas de su tierra y de su cultura. Por eso son un poco separatistas.

Todo lo contrario pasa en el sur. Es un mestizaje bastante raro de muchísimas culturas; la árabe, la judía, la gitana encuentran allí el ambiente adecuado para vivir de acuerdo con sus costumbres y tradiciones. En Granada hay una calle árabe donde os ofrecerán un verdadero té con los típicos dulces orientales. Hay una zona judía donde se venden joyas. Los gitanos se alojan en un monte cercano, llamado Sacromonte. Ellos todavía desconocen la vivienda moderna y viven en las cuevas del monte. ¡Tened cuidado: aunque es un sitio turístico, dicen que por la noche es peligroso! Es todo un abanico de impresiones, gustos, vistas, sabores. Os va a gustar.

Pero las autonomías del norte también tienen su encanto. Su cultura parece más cerrada porque la vida exige luchar más para sobrevivir. El clima es más duro, el paisaje es más montañoso. Antes de los romanos vivían allí los celtas y los restos de su estancia se conservan en la música de gaita, en los nombres de pueblos y ciudades y en la apariencia de la gente, que es rubia, de una piel blanca, y con los ojos muy claros. Incluso el aspecto de las ciudades es distinto. Las ciudades del norte son en su mayoría de color gris, y las del sur son blancas porque tienen que defenderse del sol caliente y molesto.

El clima del sur hace también que cambie el carácter de la gente. En Andalucía, por ejemplo, las noches nunca son frías, por eso la gente pasa sus horas libres en la calle. A veces las charlas nocturnas continúan hasta el amanecer, hasta que los bares se cierran y todo el mundo tiene que volver a casa para dormir las dos o tres horas que faltan para el trabajo.

En cambio, las lluvias y hasta la nieve impiden que los norteios salgan durante el invierno. Dicen que los inviernos en el norte -on largos, tristes y aburridos, y eso también influye en el carácter.

En fin, son como dos países diferentes, aunque unidos bajo un nombre común, España.

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