El PIB crecerá un 0,6 % este año y un 0,9 % en 2012, al tiempo que España no logrará cumplir el objetivo de déficit impuesto por Bruselas, que pasa por reducir el saldo negativo de las cuentas públicas al 3 % en el año 2013, según un informe elaborado por Ernest & Young.

En una nota de prensa, Ernest & Young advierte de que los últimos movimientos turbulentos de los mercados han dañado la percepción de los inversores sobre el riesgo asociado a la deuda española y asegura que, pese a las reformas, la economía aún se encuentra en un periodo de recuperación «muy inicial».

Cree que las medidas aprobadas tendrán su impacto en el crecimiento económico, aunque indica que España seguirá expuesta a posibles cambios en la percepción de los inversores. «Esa evaluación también se verá afectada por las decisiones de los responsables políticos de la zona euro», asevera.

Así, el informe resalta la necesidad de demostrar que existe un «claro y creíble» cortafuegos para prevenir el contagio de la crisis a España, aunque el riesgo sistémico siga siendo una «amenaza».

En este contexto y dada la débil perspectiva de la demanda interna, no prevé un cambio de tendencia en la inversión, con una contracción del 6% en 2011 y un comportamiento «totalmente plano» en 2012, tras cuatro años consecutivos de caídas. A finales de 2015 espera que se mantenga todavía un 20% por debajo de los niveles cosechados antes de la crisis. El consumo, por su parte, debido al proceso de consolidación fiscal y al desempleo, generará un crecimiento marginal del 0,3% y del 0,4% en 2011 y 2012, respectivamente.

Así, las exportaciones serán de nuevo el único indicador que contribuya al crecimiento gracias a las buenas perspectivas de la demanda externa para la segunda mitad del año. De hecho, las exportaciones de bienes y servicios crecerán un 6,8% este año.

En este contexto, el paro cerrará este año en el 21% y se mantendrá en este nivel (21,1%) en 2012. De hecho, Ernest & Young cree que en 2013 también seguirá por encima del 20%, mientras que en 2014 bajará al 19,6% y en 2015 al 18,7%. Además, el déficit público se quedará en el 6,6%, que se reducirá al 4,6% el año que viene y que cerrará el 2013 en el 3,5%, cinco décimas por encima de lo que exige Bruselas.

Según el presidente de Ernest & Young en España, José Miguel Andrés, la economía española no ha recuperado totalmente la confianza de los mercados financieros y necesita seguir hacia adelante con nuevas iniciativas que la fortalezcan y hagan más atractiva la contratación indefinida. Además, considera necesario mejorar la transparencia de las finanzas públicas y continuar con el proceso de consolidación fiscal, implicando también a las CC.AA. y entidades locales.

LA CRISIS DE DEUDA PUEDE EMPEORAR

En cuanto a la situación de la Eurozona, Ernest & Young asegura que se encuentra inmersa en una oleada de temores en relación con la deuda soberana y la amenaza de contagio a toda la región, lo que ha incrementado considerablemente las posibilidades de entrar de nuevo en recesión. En concreto, cree que el PIB de la zona euro crecerá un 1,6% este año y un 1,1% en 2012, siempre que se produzca una reestructuración ordenada de Grecia y no sea necesario proporcionar ayuda a otros países.

Según el economista senior del Ernst & Young Eurozone Forecast, Marie Diron, la crisis de la deuda soberana puede empeorar aún más, lo que terminaría con las perspectivas de crecimiento previstas para el próximo año. En este sentido, Ernst & Young cree que las últimas medidas se han centrado demasiado en la liquidez y no lo suficiente en la solvencia, y una quiebra más profunda de la deuda pública helena parece «inevitable», mientras que la incertidumbre se dirige a Italia y España.

«Si las economías periféricas quieren evitar unos niveles de deuda insostenibles y recuperar la confianza de los inversores, son necesarias reformas más profundas, como la liberalización del mercado de trabajo o acometer procesos de privatización más rápidos. Pese a ello, los beneficios de estas reformas tardarán algún tiempo en hacerse patentes», comenta Diron.

¿SI QUIEBRA GRECIA?

En caso de quiebra de Grecia, Ernst & Young advierte a los gobiernos de la Eurozona de que necesitarían un plan que implicara una recapitalización de aquellas entidades que puedan encontrar dificultades para asumir las pérdidas de sus activos en bonos griegos. Asimismo, sería necesaria una recapitalización general del sector financiero griego que, en estos momentos, el Gobierno heleno es incapaz de afrontar.

Aunque cree que el Pacto Euro-Plus supuso un paso hacia adelante, admite que pasará todavía algún tiempo hasta que las medidas acordadas se pongan en práctica y asegura que otras medidas como los Eurobonos o el aumento del tamaño del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera generarían una mayor unión en la Eurozona y aliviarían las preocupaciones sobre un contagio de la crisis a países como España e Italia.

CREE QUE HAY QUE BAJAR LOS TIPOS

Ernst&Young estima que hay un 35% de probabilidades de que una nueva escalada en la crisis financiera sumerja a la zona euro en una nueva recesión, al tiempo que espera que los planes de inversión de las empresas se pospongan, que se siga ajustando el crédito y que el comportamiento de los consumidores siga siendo «prudente».

En este contexto, cree que el Banco Central Europeo (BCE) se enfrenta a un desafío «cada vez más difícil» y debería recortar los tipos de interés en lo que queda de ejercicio y a principios de 2012. De hecho, si la Eurozona entra en recesión, recomienda una tasa por debajo del 1%.

europapress.es, 29.09.11