Cid y reina

Cid y reina

Aliya Garayeva ejecuta un ejercicio con aro

La gimnasia alavesa tuvo ayer en el pabellón de Mendizorroza su gran cita anual. Cantera y elite mundial se combinaron para deleitar a una afición gasteiztarra que se animó y que casi cubrió por completo las gradas de la vetusta instalación municipal.

La Federación Alavesa no decepcionó y volvió a contar en su Gala Internacional Navideña con la presencia de figuras no sólo nacionales, sino también del ámbito internacional de la gimnasia. Entre rítmica, artística, aerobic y acrosport, los deportistas participantes en la exhibición sumaron un total de 36 actuaciones en las que dejaron con la boca abierta a todos los asistentes.

Muchos eran los nombres que relucían en el cartel de la cita. Pero quien realmente deslumbraba y era el absoluto reclamo era Almudena Cid. Vitoria-Gasteiz volvió a demostrarle que la ama.

Antes de ello hubo tiempo para los mensajes y los homenajes. A golpe de txalaparta arrancó la cita, con los ojos puestos en el recorrido de una pancarta que paseó por todo el pabellón un reivindicativo «Con el deporte juguemos todos limpio». Con la inmediata entrada de los gimnastas, un txistu dedicó un aurresku al homenajeado de la noche, Antonio Fernández, quien obtuvo su reconocimiento al trabajo por este deporte en el territorio. Y fue entonces cuando deportistas locales y foráneos, benjamines y medallistas internacionales, entraron en acción y engatusaron con sus habilidades al público.

La encargada de calentar al graderío fue Aliya Garayeva. La de Azerbayán puso el nivel muy alto y demostró dominar a la perfección las cuerdas, el aro, las mazas y la cinta. Y como el resto de participantes, debió adaptarse a la escasa altura del pabellón.

ACTUACIONES Garayeva fue el preludio de lo que iba a ser una fiesta de la gimnasia. La estética e imaginación llegaron a su máxima expresión en las dos coreografías que realizó la aclamadísima ucraniana Natalia Godonko; Dassaeva puso la energía y velocidad; Rafa Martínez, Arkaitz García y José Luis Fernández demostraron su fuerza en los aparatos, y los granadinos Alejandro Centeno y Jesús Jiménez derrocharon una maravillosa coreografía de acrosport. Sorprendieron y causaron sensación.

El postre final correspondió a la más querida, Almudena Cid, quien ya ve de cerca sus cuartos Juegos Olímpicos. Para llegar bien a ellos, la vitoriana no realizó muchos ejercicios «por miedo a las lesiones». Vistas las instalaciones de Pekín, la reina de la noche también mandó un mensaje a las autoridades: «ojalá algún día se nos faciliten unas instalaciones un poco más altas».

noticiasdealava.com, 16.12.07

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