Benidorm Fest 2025

Benidorm Fest 2025

El Benidorm Fest fue líder de audiencia con un 17,1% de ‘share’ y cosechó la segunda mejor cuota histórica del festival

El resultado estuvo muy por encima de la media de La 1 en enero (10,4%) y casi dobló al segundo mejor, ‘Hay una cosa que te quiero decir’, con Jorge Javier Vázquez en Telecinco

La final del Benidorm Fest 2025, emitida en la La1 de RTVE, cosechó este sábado del 17,1% de share, con1.938.000 espectadores. Fue líder de audiencia y se cobró la segunda mejor cuota histórica de una final de este festival musical, que selecciona al representante de España en Eurovisión. El número de espectadores únicos fue de 4,9 millones y se dieron picos de audiencia de hasta el 24,1%. La edición más vista hasta el momento fue la de 2022, cuando la cantante Chanel resultó ganadora. En esta ocasión la laureada ha sido Melody, con el tema Esa diva, que se convierte así en la candidatura española para la contienda europea de este año, que tendrá lugar en Basilea, Suiza, en mayo.

Estas son las audiencias que ha ido consiguiendo el festival a través de los años:

Final del Benidorm Fest 2022: 21% y 2.966.000 espectadores.

Final del Benidorm Fest 2023: 14,7% y 1.887.000 espectadores.

Final del Benidorm Fest 2024: 16,6% y 1.977.000 espectadores.

Final del Benidorm Fest 2025: 17,1% y 1.938.000 espectadores.

Es decir, después del máximo de la primera edición y el notable bajón de la segunda, la cuota de pantallaha ido creciendo progresivamente, no así el número de espectadores, que el año pasado fue mayor que este. El 17,1% está muy por encima de la cuota media de la cadena, que en enero fue del 10,4%.

El Benidorm Fest prácticamente dobló al segundo mejor resultado de la noche, el del programa Hay una cosa que te quiero decir, presentado por Jorge Javier Vázquez, que tuvo 9,7% de share y 910.000 espectadores y 2,8 millones de espectadores únicos.

El número de espectadores refleja la media, mientras que los espectadores únicos son el número total de espectadores que vieron el programa al menos durante un minuto.

Melody

La artista sevillana parte como una de las claras favoritas con Esa diva, un tema de pop electrónico con la esencia de nuestro país y que está inspirado en su carrera musical. A pesar de que Melody no realizó su mejor actuación en la semifinal, puesto que sufrió un fallo de sonido que deslució su propuesta, la cantante va primera en las casas de apuestas.

No es la primera vez que Melody se presenta a una preselección eurovisiva. Y es que la artista estuvo a punto de representar a España en Eurovisión en 2009 junto a Los Vivancos. Sin embargo, la retirada repentina del grupo de baile de esta competición lastró las posibilidades de victoria de Melody. Esta noche, veremos si a la segunda va la vencida y la sevillana consigue alzarse con el Micrófono de Bronce.

Lachispa

Esta cantaora gaditana conquistó a todos los eurofans cuando lanzó su tema Hartita de llorar. Mediante una poderosa saeta con tintes electrónicos, Claudia Lachispa se abre en canal para reflejar la depresión que sufrió en el pasado. Durante su actuación, la cantante demuestra su privilegiada voz y una 'garra' que atraviesa las pantallas.

Junto a Melody, la artista se presentaba como una de las grandes favoritas para ganar el Benidorm Fest 2025. Sin embargo, su puesta en escena ha dejado un poco fríos a aquellos que pusieron unas altas expectativas en ella. Algunos consideran que la artista no llega a encender esa chispa que figura en su nombre, mientras que otros todavía confían plenamente en su candidatura.

J Kbello

También desde Cádiz, J Kbello se postula como uno de los predilectos a representar a España en el próximo Festival de Eurovisión. Este cantante y bailarín gaditano está haciendo bailar a todos los eurofans con VIP, un tema que combina ritmos afro-funk carioca con toques de electrónica y UK garage, creando un sonido único y dinámico que encaja perfectamente con su estilo.

Y es que J Kbello ofrece una propuesta que no solo aprovecha sus cualidades para la danza, sino que también juega con las luces y con una gran pasarela que le aporta dinamismo y emoción a su número musical. La única pega es que, durante su actuación en la semifinal, estuvo un poco grave y no terminó de transmitir la sensualidad que refleja su canción.

Daniela Blasco

Esta cantante y bailarina mallorquina ha cautivado a público y jurado con su Uh Nana. Y es que, en su semifinal, Blasco ofreció una actuación frenética, repleta de complicados pasos de baile y consiguió mantener su capacidad vocal durante gran parte de la actuación. De hecho, su número musical se convirtió en el vídeo más visto de nuestro país durante varias horas.

Sin embargo, la artista también ha recibido multitud de críticas por no cantar algunos versos de la canción o por tener los coros pregrabados demasiado altos, algo que impidió a los telespectadores poder escuchar la voz de Blasco en determinados momentos de su actuación. Eso sí, la joven no ha dudado en responder a sus detractores y promete cambios en su propuesta.

Benidorm Fest: qué nivel más pobre

El entusiasmo de Melody se llevó un concurso bajo mínimos que debería replantearse el criterio de selección

Ahí estaba el dúo Amaral, impelido por aquello de “yo he venido aquí a vender mi nuevo disco”, y pensando probablemente lo mismo que mucha gente sensata que se instaló anoche ante el televisor: el pobre nivel de la final de Benidorm Fest 2025. Lo de esta noche ha sido un golpe para la reputación de un concurso que se realiza en la ciudad alicantina para designar al representante de España en el festival de Eurovisión, este año en Basilea (Suiza), el 17 de mayo. Algunos pensarán: de qué reputación estamos hablando. Bueno, en 2022 vivimos un Benidorm Fest estimulante, con todos los condimentos que hacen de este invento un apetecible producto televisivo: fricciones, canciones interesantes, artistas que arriesgan… Lo recordarán: Rigoberta Bandini, Tanxugueiras, Chanel, Javiera Mena, Rayden, Varry Brava… Parece un cartel de un festival veraniego. El año pasado salvó el concurso el descaro y la simpatía de Nebulossa y la capacidad de escandalizarse por chorradas (Zorra se llamaba la canción) de muchos más de los que creíamos. Pero anoche no compareció nadie al rescate.

Los participantes no tienen la culpa, claro. Los responsables son los que seleccionaron, que se empeñan en elegir por la vía del mimetismo y el algoritmo: una canción que se parezca a Chanel; otra a Rosalía; un electropop, que siempre gusta; el latino tipo Ricky Martin; una Nochentera, algo de Quevedo. Y así todos. Resulta difícil creer que entre las 1.000 canciones que se presentaron no existiera una decena de intérpretes interesantes y algo originales. Esta noche ha primado el sonido procesado, un paisaje sonoro tosco ausente de honestidad y autenticidad. Y dejemos de justificar este bajo nivel porque es el sonido que gusta en Eurovisión: el rock de Måneskin y la sensibilidad de Salvador Sobral también salieron de allí triunfantes. Hay esperanza, consiste en ser competente.

La actitud noblota y echada para adelante de Melody convenció a los votantes, una apuesta que parte de unos mínimos: que España no quede último en Basilea y que no se desafine demasiado. Bueno, parece que la sevillana puede garantizar ambas cosas. La sutileza no es una de las características de Melody, que se encargó de apuntalar en cada segundo de Esa diva que ella es marca España pata negra: sombrero andaluz, castañuelas, una peineta gigante. La canción, repleta de clichés, suena a esos temas pop latinillo de hace un par de décadas. Eso sí, estamos seguros de que la corajuda cantante se dejará el alma en el escenario eurovisivo. Por ahí no hay que preocuparse.

Todavía hay que dar las gracias a los seguidores de la sevillana ya que el jurado, incomprensiblemente, votó por J Kbello, un chico limitado en la parte vocal y con una propuesta con la que ha conseguido que echemos de menos a Chayanne, algo que nunca pensamos que pasaría. Los mejores fueron Lucas Bon, demasiado sensible y buen cantante para un concurso que premia el caderazo, y Mel Ömana, que le puede esperar un futuro en este negocio si aparta de su mente a Nathy Peluso.

Hubo algo inquietante en alguna de las declaraciones de Melody, que disculpamos por la euforia del momento. Llegó a decir: “Este es un lugar donde el arte no tiene límites”. No compareció mucho el arte anoche.

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