El Papa Juan Pablo II ha muerto

El Papa Juan Pablo II ha muerto

El Papa Juan Pablo II, el polaco que guió a la Iglesia Católica Romana durante 26 años y desempeñó un papel crucial en la caída del comunismo en Europa, falleció el sábado por la noche, anunció el Vaticano. Tenía 84 años.

La noticia fue anunciada inmediatamente a las alrededor de 60.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro y fue recibida con un largo aplauso, una señal de respeto en Italia. Las campanas sonaron y mucha gente lloró abiertamente.

«Nuestro Santo Padre Juan Pablo ha vuelto a la Casa del Padre», dijo el arzobispo Leonardo Sandri a la multitud.

Un comunicado del Vaticano dijo que el Pontífice falleció a las 09:37 p.m (19:37 GMT) en su apartamento privado.

Además de por su batalla contra el comunismo, Juan Pablo II será también recordado por su inquebrantable defensa de las doctrinas tradicionales del Vaticano como líder de los 1.100 millones de católicos.

El Papa Juan Pablo II, un gigante doblegado por los años CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) — Venerado por algunos, criticado por otros, el Papa Juan Pablo II, quien murió el sábado a los 84 años, fue quizás la persona más reconocida del mundo.

Durante más de un cuarto de siglo, el Papa fue al mismo tiempo el paladín de los oprimidos y el defensor de la ortodoxia dentro de la Iglesia Católica Romana.

En los últimos meses, el mundo ha visto cómo decaía rápidamente la salud del Pontífice, quien sufría de la enfermedad de Parkinson y de una artritis severa.

El Papa, con graves problemas para respirar, fue llevado de urgencia a un hospital de Roma en dos ocasiones en las últimas semanas. Durante su segundo ingreso se le realizó una traqueotomía que lo dejó temporalmente sin habla.

Juan Pablo II no logró hablar en público el miércoles, por segunda vez en cuatro días y poco después los médicos le colocaron una sonda para alimentarlo e intentar darle fuerzas.

El Papa polaco entró en la escena mundial el 16 de octubre de 1978, cuando el Cónclave cardenalicio lo eligió como el primer pontífice no italiano en cuatro siglos y medio, y lideró el tercer pontificado más prolongado de la historia.

Varios historiadores dicen que uno de los legados más duraderos del Papa será su importante papel en la caída del comunismo en Europa oriental en 1989.

Una década después de contemplar la caída del comunismo, el Pontífice logró otro de sus sueños. Visitó Tierra Santa en marzo del 2000 y, rezando en el Muro de los Lamentos de Jerusalén, pidió perdón por los pecados católicos contra los judíos en la Historia.

UN PULPITO GLOBAL

Viajero infatigable que registró 1,25 millones de kilómetros en 104 viajes que cubrieron unos 130 países, el Papa era una figura familiar en todo el mundo. Atrajo multitudes de hasta cuatro millones de personas.

Se mostró decidido a usar su papado para llamar la atención sobre la suerte de los necesitados y oprimidos del mundo, manteniendo al mismo tiempo un rumbo conservador en la Iglesia.

Gran defensor de los derechos humanos y de la libertad religiosa, sus llamamientos a favor de la creación de un «nuevo orden económico mundial» y a garantizar los derechos de los trabajadores hicieron que algunos le llamen el «Papa socialista».

Infatigable defensor de la paz y del desarme nuclear, advirtió a menudo de que la humanidad se encaminaba hacia su destrucción, y en el 2003 encabezó la campaña del Vaticano contra la guerra de Irak.

En su juventud fue actor y escribió varias obras de teatro y como Papa hizo buen empleo de sus cualidades, incluido su conocimiento de lenguas, para poder comunicarse con otras figuras mundiales.

UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Juan Pablo II fue el primer Papa que predicó en una iglesia protestante y en una sinagoga, el primero que pisó una mezquita y un incansable defensor de la unidad de los cristianos.

Pero, irónicamente, en sus 25 años de pontificado fue también fuente de fuertes divisiones en su propia Iglesia.

Preocupado porque muchos católicos se han apartado de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia, mantuvo una batalla constante contra el aborto, los anticonceptivos, el sexo prematrimonial, el divorcio, la homosexualidad y la ruptura de los valores de la familia.

Desde Haití a Estados Unidos, desde Brasil a Australia, defendió los valores católicos conservadores y recomendó la obediencia a la jerarquía católica ante el peligro de disidencias.

Nombró a más del 95 por ciento de los cardenales que entrarán en el Cónclave que nombrará a su sucesor, y se cree que el elegido no se apartará demasiado de sus enseñanzas.

Karol Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920 en la pequeña localidad de Wadowice, cerca de Cracovia, Polonia, en un humilde apartamento. Su padre era suboficial del Ejército polaco y su madre murió en 1929.

En 1938, Karol se mudó a Cracovia, donde ingresó a la Universidad Jagellonian. Los nazis la cerraron cuando invadieron Polonia en 1939 y para escapar a la muerte o a la deportación los estudiantes se mezclaron con la población civil, haciendo distintas labores.

Pero Karol estudió en secreto para llegar a ser sacerdote y fue ordenado tras la Segunda Guerra Mundial, en 1946. Llegó a ser arzobispo de Cracovia en 1963 y fue nombrado cardenal en 1967, convirtiéndose en uno de los principales miembros anticomunistas de la Iglesia durante el periodo de posguerra.

Tras la muerte del Papa Juan Pablo I, Wojtyla llegó a ser el sucesor número 264 de San Pedro y, a la edad de 58 años, se convirtió en el Papa más joven de la historia.

Philip Pullella, yahoo.es, 02.04.05

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