España ha perdido 110.428 jóvenes autónomos
Los datos del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos son claros: España necesita jóvenes emprendedores.
En los últimos cinco años, concretamente entre septiembre de 2018 y septiembre de 2022, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ha perdido un total de 110.428 jóvenes autónomos menores de 44 años. Así se desprende de los últimos datos que la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha extraído del RETA.
Unos datos que, en parte, serían una consecuencia directa de la demonización que en ocasiones se hace de la figura del trabajador autónomo, según el presidente de ATA, Lorenzo Amor, quien declaró que “demonizar al empresario autónomo y al emprendedor está dañando el espíritu emprendedor entre los jóvenes españoles”.
No obstante, y pese a que esta pérdida de talento juvenil supone un duro golpe para el colectivo, durante estos cinco años se han incorporado al RETA un total de 186.621 personas mayores de 45 años. En concreto, se incrementa en 101.823 autónomos de más de 61 años. Desde septiembre de 2018 y hasta septiembre de 2022, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos ha sumado en total 76.193 trabajadores por cuenta propia.
Los autónomos que más han crecido este año tienen más de 64 años
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) también ha analizado los datos correspondientes a lo que va de año 2022. Tal y como explicaron, el colectivo de autónomos que más ha crecido en 2022, porcentualmente, son también los mayores de 64 años. Concretamente, se han sumado 11.588 autónomos de esta edad, lo que supone un incremento del 7,8%.
Por su parte, los autónomos de entre 40 y 44 años son el colectivo que más ha descendido en lo que va de año, con una pérdida del -2,8%, seguidos de los que están comprendidos entre 35 y 39 años, con un -2,4% de caída.
“Hay un 41,3% más de autónomos mayores de 64 años que hace cinco años. Y casi un 20% más de autónomos en la franja de 60 a 64 años. Castigar el espíritu empresarial y emprendedor está teniendo consecuencias graves entre los jóvenes y nuestro tejido empresarial y también para el futuro de nuestros autónomos”, declaró Lorenzo Amor.
En este contexto, el presidente de ATA destacó que el hecho de perder generaciones de empresarios y, a su vez, perder jóvenes emprendedores significa que “aquellos que cumplen una edad no vienen reemplazados por autónomos jóvenes”, lo que hace que “cada año se pierdan autónomos menores de 44 años”.
Un alto porcentaje de los jóvenes quiere ser autónomo, pero sólo unos pocos lo logran al salir de la facultad
Aunque los datos extraídos del RETA no son muy alentadores en lo que respecta a los jóvenes emprendedores, recientes estudios demuestran que un alto porcentaje de jóvenes quieren ser autónomos. Concretamente, en 2021, la tasa de intención emprendedora entre los jóvenes se situó en más del 35%. Sin embargo, en algunas comunidades autónomas, como podría ser el caso de Andalucía, solamente un 7% logra montar su propio negocio al salir de la facultad.
Así lo desveló el pasado año el VII Informe Young Business Talents, que analizó las actitudes y tendencias de los jóvenes preuniversitarios españoles. Unos datos que no se alejan de otros informes anteriores, como el estudio “Perfil emprendedor de estudiante universitario”, elaborado en 2017 por la Asociación de Universidades Españoles, RedEmprendia y CISE. En concreto, dicho informe apuntó que más de la mitad de los universitarios españoles (un 56%) prefieren ser autónomos que funcionarios tras pasar por la universidad.
A pesar de la intención de los jóvenes, sólo unos pocos logran montar su propio negocio al salir de la facultad, algo que podría deberse a los distintos obstáculos con los que se encuentran y que frenan su intención de crear un negocio o trabajar por cuenta propia. En este sentido, el informe territorial de emprendimiento elaborado por GEM señaló como principal traba para los jóvenes la falta de apoyo financiero, las políticas gubernamentales, las normas sociales y culturales, la educación y la formación, así como la apertura del mercado y las barreras.
España ha perdido en cinco años más de 110.000 jóvenes autónomos