"Volver" al terruño de La Mancha
A los cincuenta y seis años el director español volvió a encontrarse con dos de sus actrices preferidas: Carmen Maura y Penélope Cruz, para contar una historia en la que aparecen mujeres engañadas, asesinas y fantasmas de su niñez.
Es la película número dieciséis de Pedro Almodóvar. Para «Volver», que se conocerá en la Argentina, el 10 de agosto, el cineasta volvió a un universo femenino y familiar, en el que la figura de su madre, parece sobrevolar la historia que cómo el mismo Almodóvar explica: “cada vez me resulta más difícil resumir los temas de mis películas en unas pocas líneas. Afortunadamente, esta dificultad no se ha visto reflejada en el trabajo con los actores, o con el resto del equipo de producción, porque el rodaje de «Volver» se dio como un reloj”.
En «Volver», Almodóvar se reencontró con algunas de sus actrices predilectas: Penélope Cruz, Carmen Maura y Chus Lampreave, a las que se sumaron Lola Dueñas, Blanca Portillo y Yohana Cobo. Con guión propio «Volver» según la define el realizador, “plantea una historia de supervivencia. Todos los personajes luchan por sobrevivir, incluso el fantasma de la abuela”.
VIVOS Y MUERTOS
A sus cincuenta y seis años Pedro Almodóvar creó una tragicomedia en la que se mezclan vivos y muertos. En una breve sinopsis se puede apuntar que la historia trata de dos hermanas, con hijos y una madre muerta que hace su aparición en forma de fantasma.
Raimunda es una mujer joven, con varios trabajos, un marido desempleado y una hija adolescente. Sole, su hermana tiene un salón de belleza no habilitado legalmente y está separada. Paula, la tía, de vive en un pueblo de La Mancha, en la que nacieron la mayoría de los integrantes de la familia. La zona arrasada por el viento del este, ha causado un alto índice de enfermedades mentales. El viento también es responsable de múltiples incendios. Los padres de Raimunda y Sole murieron en uno de esos siniestros. Una mañana, en apariencia apasible, Sole llama a Raimunda para decirle que la tía Paula ha muerto. Raimunda le contesta que no puede ir al funeral porque al llegar de su trabajo encontró a su marido muerto en la cocina con una navaja en el pecho, que le clavó su hija, porque según le dice a la madre, su padre le hacía contínuas alusiones sexuales. Por eso lo importante para Raimunda en ese momento es salvar a su hija.
Pero todo se complica aún más cuando Sole llega al pueblo y va al velorio de la tia, en el que escucha rumores de que su madre (que murió en un incendio con su padre) regresó del «otro mundo» para cuidar a la tía y ahora que Paula también murió, está dispuesta a irse a vivir con Sole a Madrid.
LAS CONFESIONES
“«Volver» es un título que incluye varios tipos de «regresos» para mí -indica Pedro Almodóvar-. He regresado a la comedia. Al mundo femenino, a La Mancha. Este es indudablemente mi filme manchego más riguroso, el idioma, las costumbres, los patios, la sobriedad de las fachadas, las calles pavimentadas con adoquín”.
“Estoy trabajando de nuevo con Carmen Maura (después de diecisiete años), con Penélope Cruz, Lola Dueñas y Chus Lampreave. He regresado a la maternidad, como el origen de la vida y de la ficción. Y naturalmente, he regresado a mi madre. Regresar a La Mancha siempre es regresar al seno materno”.
“Mientras escribía el guión y durante el rodaje -confiesa el cineasta-, mi madre siempre estuvo presente y muy cerca mío. No sé si la película es buena (no soy yo para decirlo), pero estoy seguro que me benefició mucho hacerla”.
“Me da la impresión, y espero que no sea un sentimiento transitorio, que logré ubicar una pieza del rompecabezas, que me ha provocado tanto dolor y ansiedad a lo largo de mi vida, incluso diría que en años recientes ha dañado mi existencia y ha tomado una relevancia desmedida. La pieza a la que me refiero es la «muerte», no sólo la mía y la de mis seres queridos, sino la desaparición despiadada de todo lo que vive”.
“Uno de los elementos más importantes que regresa en «Volver» es el fantasma de una madre que se le aparece a sus hijas. En mi pueblo esas cosas suceden, crecí escuchando historias de apariciones, a pesar de que no creo en ellas. Sólo cuando eso le sucede a otras personas, o cuando se muestran en la ficción y acá viene mi confesión, hacerlo en mi película, me produjo una extraña sensación de serenidad, una palabra que representa un misterio para mí”.
laprensa.com.ar, 20.07.06