España posfranquista
Después de la muerte de Franco, España volvió a ser una monarquía. El 22 de noviembre de 1975 el príncipe Juan Carlos de Borbón comenzó a reinar con el nombre de Juan Carlos Primero.
El rey abrió una etapa de transición política. Su objetivo fue implantar progresivamente un sistema democrático.
La transición hacia la democracia presentaba graves problemas. Por una parte, las fuerzas políticas más representativas del régimen de Franco querían mantener las leyes e instituciones franquistas. Por otra parte, las fuerzas políticas opuestas al franquismo pedían una nueva constitución y nuevos órganos del Gobierno.
El rey optó por llevar a cabo la reforma, pero partiendo de las instituciones franquistas. Aunque era una opción intermedia, evitaba un enfrentamiento entre los españoles.
Pronto se realizaron los siguientes pasos a la democracia. Se legalizaron los partidos políticos, incluido el Partido Comunista, lo que causó malestar entre los militares y los franquistas. Se concedió la amnistía a todos los presos políticos. Y, por fin, se dio un estatuto de autonomía a Cataluña y al País Vasco.
El 15 de junio de 1977 se celebraron en España elecciones libres, un acto que no tenía lugar desde 1936. En diciembre del año siguiente la Constitución fue aprobada por la mayoría de los españoles. Superado el golpe de estado del 23 de febrero de 1981, en 1982 llegó al poder el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) con Felipe González como el Primer Ministro. Este partido tuvo la mayoría absoluta en ambas Cámaras del Parlamento hasta el 1993.