La gimnasia no es sucia, la juez puntúa lo que ve

La gimnasia no es sucia, la juez puntúa lo que ve

Conjunto español de gimnasia rítmica, bicampeón del mundo en mazas 2013 y 2014

Una juez de gimnasia «tiene que renovar su licencia cada cuatro años» y, además, hacer un curso antes de cada competición «para unificar criterios»

La española Berta Veiga, juez internacional y presidenta del Comité de Jueces de Rítmica de la Federación Española de Gimnasia, está convencida de que, pese la eterna polémica en torno a las notas, «la gimnasia no es sucia y la juez, por la cuenta que le trae a ella y a su país, puntúa lo que ve».

Veiga participará en los Mundiales de rítmica que comienzan este lunes en Stuttgart, en vísperas de los cuales la Federación Internacional (FIG) anunció la suspensión de cinco jueces por puntuar indebidamente en el anterior Mundial.

Este tipo de sanciones, señaló Berta Veiga en una entrevista, demuestra que las jueces están «en el punto de mira» y que su comportamiento se examina «con lupa» y, gracias a ello, opinó que las gimnastas pueden estar tranquilas porque «estos Mundiales van a ser muy justos».

«Hay una enorme presión del COI y de la FIG para que no haya ningún tipo de polémica», dijo Veiga, que recordó que una juez de gimnasia «tiene que renovar su licencia cada cuatro años» y, además, hacer un curso antes de cada competición «para unificar criterios».

El COI incluye la imparcialidad en los resultados entre los criterios para evaluar la continuidad de los deportes en el programa de los Juegos Olímpicos.

Veiga cifró en un máximo de «una décima o dos» el margen en el que las jueces pueden discrepar entre ellas y 'ayudar' a una gimnasta.

«Hay unas jueces de referencia que marcan la línea con una nota. A las demás se nos valora nuestra puntuación respecto a la de ellas», explicó la española. «Si te vas con tu gimnasta tres décimas por arriba te dan un aviso, si te vas 4 o 5, en el próximo campeonato no puedes puntuar».

«Con esa décima o dos décimas, si te toca un buen jurado (parte de su composición se sortea), algo puedes ayudar. Pero poco, porque nos analizan nota por nota. Del último Mundial hay cinco jueces que no repiten y en la mayoría de los casos es por evidente baja nota para un país contrincante, o al revés», añadió Veiga.

Admitió que «puede haber un error de apreciación de la juez» y que no es fácil que una reclamación prospere.

«El único apartado en el que se puede revisar la nota es el de la dificultad, pero reclamar vale dinero. Si te dan la razón te lo devuelven y, si no, se lo queda la fundación de la FIG. La mayoría de las revisiones no prosperan, así que las entrenadoras tienen que tenerlo muy claro antes de presentar una», comentó.

Veiga indicó que se va a volver a cambiar el código de puntuación y uno de los aspectos que está en consideración es la supresión de las fichas; en ellas están reflejadas las dificultades de cada ejercicio, con su valor, para que la juez coteje si la gimnasta las hace como estaba previsto.

«Hay entrenadoras que, más que entrenadoras, son hacedoras de fichas. Se ha calculado que del minuto y medio que dura un ejercicio individual, una juez puede estar 40 segundos mirando la ficha. Todas las dificultades tienen un valor y están transcritas en las fichas. Si la ficha no está bien, por error o porque el valor esté mal sumado o no se corresponde con lo que hace la gimnasta, se lo anulan», expuso.

Sin fichas, consideró, quizá podría bajarse el valor de un elemento mal hecho, en lugar de anularlo.

Equipo de rítmica español

Veiga considera que el conjunto español de rítmica, que se ha quedado fuera del podio en sus últimas competiciones y ha atribuido parte de la culpa a las notas, «tuvo mala suerte en las dos últimas copas del mundo porque estuvo sin jueces españolas».

«España y todos los conjuntos avanzados llevan un diez de partida en la ficha, pero quizá merezca la pena que bajen un poco los riesgos», dijo la juez. «Israel no lanza más de tres metros, España lanza 6, 8, 10… y se puntúa igual. Para que se considere un gran lanzamiento basta con que sea el doble de la altura de la gimnasta», concretó.

«España y todos los grandes equipos han estado inestables en los últimos meses, pero sigo con el ejemplo de Israel, que ha conseguido la estabilidad con ejercicios amarraditos, que le salen cada vez mejor», agregó.

Veiga opinó que tanto el conjunto como Carolina Rodríguez en individual pueden conseguir sus objetivos en Stuttgart, estar entre las ocho y quince primeras, respectivamente, para clasificarse para los Juegos Olímpicos, y las tranquilizó respecto al papel de las jueces.

«Tenemos presiones de todos por todas partes, pero al final salen las cosas bien y el código va mejorando. Ya no existe eso de yo te regalo y tú me regalas, yo al menos no lo veo», aseguró Berta Veiga.

marca.com, 07.09.15

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