La ‘espinita’ de Polina Berezina

La ‘espinita’ de Polina Berezina

Polina Berezina llegó a plantearse abandonar la gimnasia rítmica después en el 2015. Las alegrías no compensaban los sacrificios que exigía este deporte, y tenía decidido dejarlo después del Mundial de aquel año, clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

“Me estaba saliendo el ejercicio perfecto y al final del todo lancé la cinta y la saqué fuera del tapiz. Se me cayó el mundo encima”, recordó en una entrevista para Olympics.com.

“Dije ‘No puede ser que en una competición que pensaba que era mi última me haya pasado esto’. Y tras estar pensando una semana sin dormir, sin comer, pasándolo fatal, dije '¡Así no me voy a ir de la rítmica, hasta que no llega lo más grande no me voy!'. Y le di una vuelta a toda la situación”.

En aquel desencanto encontró la determinación que le llevó a enamorarse otra vez de la gimnasia rítmica, un deporte que empezó a practicar con siete años, al poco de llegar a España procedente de Rusia. Y que no abandonó durante el tiempo que volvió a su país natal hasta completar los estudios obligatorios.

Una determinación con la que soportó una decepción más cruel si cabe: Polina Berezina quedó como primera reserva en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Y ha tenido que esperar dos años más para lograr esa cuota olímpica que tanto se le ha resistido gracias a su actuación en el Mundial de gimnasia rítmica 2023.

“Me he quitado esa espinita que tenía. He soñado tantos años con este momento que todavía no me lo creo. Hasta que no pise el tapiz no me voy a creer que esté clasificada”, aseguró a Olympics.com.

Tampoco Alba Bautista, que con algo más de suspense también logró una plaza olímpica para España.

“Estoy supercontenta. Hemos tenido que sufrir un poco con mi actuación porque no ha sido de las mejores que podía hacer, pero gracias al trabajo hemos confiado hasta el final y estamos en París”, confesó a Olympics.com. “Desde pequeñita siempre he dicho que mi ilusión era ir a unos Juegos Olímpicos y todavía no me lo creo”.

No puedo fallar a mi sueño

Polina Berezina es la más veterana de la selección española para el Mundial que se celebrará en Valencia, y espera que esta vez, sí, obtenga el pasaporte a los Juegos Olímpicos.

Es la gimnasta más veterana de la selección española para los Mundiales de rítmica de este mes en Valencia (23 al 26), pero eso no le resta una pizca de ilusión a Polina Berezina (25, Moscú), cinco veces campeona de España individual absoluta y que está a las puertas de su gran competición “por lo que significa”.

“Estos Mundiales son muy especiales para mí, porque no le puedo fallar a mi sueño de lograr una plaza olímpica, que en realidad es para el país. Hay 17 plazas en juego, y esa opción es por la que luchamos Alba Bautista y yo, para ir París (2024)”, comenta esta moscovita, afincada a los tres años en la provincia de Alicante, con un regreso a Moscú “porque con la crisis la familia volvió a Rusia”.

Polina se considera una gimnasta española “por los cuatro costados”, porque en Torrevieja descubrió la rítmica. y porque llegó de Rusia con sólo tres años. “Soy un producto deportivo español, y en Moscú me preguntaban por qué estaba allí, si en España trabajaba bien la gimnasia”, cuenta la campeona nacional.

En los Juegos de Tokio se quedó a la puertas de competir: “Fui la primera suplente de la competición individual; me quede a nada de ser olímpica, y eso es un poco frustrante. Cuando yo empecé mi deseo era estar entre las mejores, pero esa primera etapa ya la he superado porque incluso ahora gano medallas internacionales en las pruebas de la Copa del Mundo”.

Berezina, estudiante de imagen en la UCAM (”es la Universidad que más facilidades me ha dado para compaginar el deporte y los estudios), habla sobre su futuro en el Mundial apoyada en los números de esta temporada: “Es una ocasión única, y llego bien preparada como lo demuestran los resultados internacionales. Hemos trabajado muy duro para conseguir el objetivo. Las notas que he estado logrando en los cuatro aparatos tienen el valor suficiente para estar arriba. Por tanto, todo depende de que me salgan bien los ejercicios”.

De su edad valora que “resulta un hándicap”, porque se siente que compite “con chicas casi diez años más jóvenes, que parten de mi nivel”, dice, y por tanto sabe que “ellas están en ascenso”, mientras que a Polina le cuesta más trabajo mantenerse en ese lugar, “y porque el físico también se resiente algo más con los años”.

Asegura que ella ha vivido en tantas partes que hacer la maleta le cuesta “un momento, porque la mitad de las cosas están en las cajas cerradas”, y se admira de las cosas que se guardan y luego nunca se utilizan,

Es su segunda etapa en el CAR de Madrid, donde antes trabajó con Baranova, y luego acabó en Valencia, “pero aquella apuesta federativa se acabó”. Ha regresado a Madrid, “los últimos nueve meses, y claro, es muy diferente, porque las condiciones son diferentes, y muy superiores con ayudas para cualquier cosa: condiciones técnicas, médicas, físicas e incluso dietética”.

Respecto a su futuro, “nunca se sabe”, porque no tiene un verdadero arraigo “a una casa y a unos amigos”, pero si se escarba un poco, Polina tiene un novio en Cuenca “exfutbolista, ahora fisioterapeuta”, que la entiende “porque al haber sido deportista reconoce los buenos y los malos momentos de otro deportista”.

Polina Berezina logra la octava plaza en el Europeo de Baku

La valenciana «Polina Berezina ha completado la mejor competición de su vida«. Así lo explican y definen desde el Proyecto FER. No es para menos. La gimnasta ha logrado quedar en octava posición en la final del Campeonato de Europa de Baku entre las 13 finalistas. Teniendo en cuenta que solo el hecho de llegar a la final ya supone un gran logro, la octava posición tiene mucho valor.

Por su parte, la también deportista del Proyecto FER, Alba Bautista, ha ocupado la 17ª posición. Ambas están inmersas con lograr el billete olímpico en el Mundial de Valencia. El objetivo es estar en los Juegos Olímpicos de París 2024. 20.03.2023

Ambas gimnastas valencianas nos tienen acostumbrados a comprobar su valía cada vez que compiten por Europa y, por supuesto, también cuando lo hacen en España. Hace apenas un par de meses Polina consiguió colgarse la medalla de bronce en la final de aro en la Copa del Mundo de Atenas:

Polina Berezina, bronce en la final de aro en la Copa del Mundo de Atenas

La valenciana se sigue consolidando y va afinando su puesta a punto de cara a llegar en su mejor momento a los próximos Juegos de París 2024, el gran objetivo de la gimnasta nacional

La gimnasta Polina Berezina ha sacado un fantástico resultado en la Copa del Mundo de Atenas en la competición de aro, donde se ha colgado la medalla de bronce, un resultado que la reafirma en la élite más absoluta de la gimnasia rítmica mundial a apenas año y medio de los próximos Juegos Olímpicos de París.

La valenciana, que sigue demostrando que es una gran competidora, acabó en la tercera posición con 30,750 puntos. Solamente fue superada por dos de las mejores del mundo, la italiana Sofia Raffaeli (33,00), que ya se llevó cinco oros en los Mundiales de 2022, y la húngara Fanni Pigniczki (31,60).

Pero no solamente ha obtenido un gran resultado en la competición de aro, sino que en esta misma cita de Atenas, la gimnasta valenciana también se ha metido en la gran final de mazas, donde la del Club Gimnasia Rítmica Torrevieja acabó con una meritoria octava plaza con una nota final de 26,35.

En esta categoría la victoria fue a parar a la alemana Margarita Kolosov, que marcó 21,80, mientras que la plata fue para Takhamina Ikromova (31,70).

La gimnasia valenciana, que vivirá una gran fiesta con los próximos Mundiales, saca músculo en un momento clave y esencial de cara a empezar a ganarse los puestos de cara a París 2024.

Estoy preparada y deseosa de competir a nivel internacional

La gimnasta Polina Berezina, de origen ruso, pero formada deportivamente en la Comunitat Valenciana, afirmó que está preparada y deseosa de competir a nivel internacional tras cambiar su lugar de entrenamiento en Valencia por el Club Mabel de Benicarló, lo que ha supuesto un difícil e intenso proceso.

Berezina, de 24 años, explicó al Proyecto FER que lleva meses entrenando muy duro, probando nuevas dificultades y montando los nuevos ejercicios para este ciclo olímpico y por eso tiene muchas ganas de demostrar su trabajo y de ver cómo se le puntúa con el nuevo código en las dos Copas del Mundo de Portimao (este fin de semana) y Pesaro (3-5 junio).

“Hemos tenido que adaptar los ejercicios al nuevo código. Ha sido un reto muy complicado. Me he enfrentado a un cambio muy profundo, he tenido que reciclarme casi por completo y aprender conceptos, dificultades y técnicas desconocidas para mí. Pero lo estoy consiguiendo”, contó Berezina.

La gimnasta FER expresó que la parte artística es totalmente diferente en cada aparato y son cuatro ejercicios completamente nuevos. “Además, hemos seleccionado unos maillots que tengan relación con las músicas de cada montaje. Estoy muy contenta con el resultado. Ojalá pueda plasmarlo en las próximas semanas”, agregó.

Sobre los cambios experimentados en los últimos meses la deportista explicó que ha atravesado una de las etapas más complicadas de su vida y de su carrera deportiva en la que le ha costado gestionar todo lo ocurrido en los últimos meses sobre todo a nivel mental.

“Han sido muchos cambios. Además, bruscos e inesperados. Es una situación dura, pero no me queda otra opción que adaptarme y seguir entrenando a tope para cumplir mis objetivos. Afortunadamente, he podido apoyarme en mi equipo, que tanto me ayuda para crecer como gimnasta”, señaló.

Pese a la etapa complicada, Berezina afirmó que está totalmente adaptada a las nuevas condiciones y a las instalaciones del Club Mabel. “Obviamente, no son las condiciones de un Centro de Alto Rendimiento, pero para mí era prioritario seguir con Blanca López. Ha sido una entrenadora muy importante para mí en los últimos años. Estamos muy motivadas y con ganas de luchar por nuevos retos”, indicó.

Por último, Berezina expresó que su gran sueño es conseguir la plaza olímpica para París, pero matizó que ha de ir poco a poco y cumplir los objetivos marcados para este curso.

“El próximo año se disputa el Mundial en Valencia. Esta es, cómo no, una de mis principales motivaciones. Poder competir en casa, y en un torneo de esta magnitud y relevancia debe de ser muy emocionante. Y conseguir en casa el billete olímpico… Espero poder vivirlo”, finalizó.

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